Un estudio sobre la aceleración de curso

Una de las medidas de atención educativa que se pueden llevar a cabo con alumnos de altas capacidades es adelantarlos de curso. De momento, esta opción está poco extendida y tanto padres como educadores desconfían, en su mayoría, de ella. En el siguiente artículo se recoge un estudio sobre la aceleración de curso como medida educativa para alumnos superdotados y con talento académico realizado desde una Comisión del Grupo de Trabajo de los Colegios de Psicólogos y Pedagogos de Cataluña creada para este fin y de la que formé parte, y las conclusiones a las que llegamos. Preguntamos sobre su experiencia a los actores implicados, alumnos y profesores, y los datos recogidos nos permitieron concluir que la aceleración de curso es valorada positivamente por sus protagonistas y, por tanto, consideramos que es una medida que convendría desmitificar y normalizar.


ESTUDIO SOBRE LA ACELERACIÓN DE CURSO COMO MEDIDA DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA PARA ALUMNOS CON ALTAS CAPACIDADES (SUPERDOTADOS Y TALENTOS ACADÉMICOS)

Mónica Fernández Díaz (Coord. GTSAC del COPEC), Rafael González y Sergi Sales (Miembros GTSAC del COPEC), Cristina García (Coord. GTAC del COPC), Leopold Carreras i Truñó (Coord. de la Comisión de Aceleración y Miembro del GTAC) y Amparo Bernal (Miembro GTAC del COPC)

Desde los Grupos de Trabajo de Altas Capacidades del COPEC (Col.legi de Pedagogs de Catalunya) y del COPC (Col.legi Oficial de Psicologia de Catalunya) hemos trabajado conjuntamente para hacer un estudio sobre niños/as que han sido acelerados (avanzados de curso) estos últimos diez años, para ver cómo ha ido esta medida de intervención educativa. Este estudio se empezó a llevar a cabo en noviembre de 2014 y los resultados del mismo fueron presentados en las IV Jornadas Nacionales de Altas Capacidades, el 12 de diciembre de 2015 en Barcelona.

Estamos seguros de que esta información revertirá en un claro beneficio para toda la población de niños/as con altas capacidades, así como en un beneficio para todos los colegios e institutos que, de ahora en adelante, estén interesados en dar la mejor educación posible a esta población de niños.

Para el estudio elaboramos dos cuestionarios, uno para alumnos acelerados de curso y otro para tutores de alumnos, a los que contestaron 40 alumnos y 29 tutores de escuelas e institutos del territorio catalán. Las respuestas debían recoger qué creían que mejor les identificaba durante el primer curso en que fueron acelerados, teniendo en cuenta las siguientes respuestas posibles:

1. Muy poco 2. Poco 3. Normal 4. Bastante 5. Mucho

En este artículo exponemos algunos de los resultados más significativos que hemos encontrado. Dado que no existen diferencias significativas entre las respuestas dadas por sexos ni por cursos, hemos decidido interpretarlas conjuntamente.

RESULTADOS DEL CUESTIONARIO DE ALUMNOS

PREGUNTA 1: En relación con los estudios, ¿crees que has aprendido más que si hubieras seguido el curso que te tocaba?

VALOR MEDIO DE LAS RESPUESTAS: 4,25

La interpretación más razonable que puede darse de esta pregunta es que la totalidad de alumnos acelerados encuestados (88 + 12% = 100%, ver el gráfico de porcentajes de respuestas de Alumnos) han aprovechado la aceleración, al menos en lo que respecta a retos intelectuales, pues consideran que han aprendido más que si hubieran seguido en el curso que les correspondía por su edad cronológica. Ningún alumno/a ha marcado las casillas de puntuación 1 ó 2.

PREGUNTA 2: En general, ¿crees que te ha ido bien ser acelerado?

VALOR MEDIO DE LAS RESPUESTAS: 4,54

La interpretación de estas respuestas parece indudable: también la totalidad de alumnos encuestados (92 + 8% = 100%) opinan que han tenido un muy alto grado de satisfacción o les ha ido bien el ser acelerados de curso, sin que ningún alumno haya contestado que poco o muy poco.

PREGUNTA 3: En general, ¿crees que tuviste que esforzarte más (trabajar más que en años anteriores) para aprobar las asignaturas en el primer curso que fuiste acelerado?

VALOR MEDIO DE LAS RESPUESTAS: 2,93

Como vemos en la gráfica de porcentajes de respuesta (más abajo) el 37% de estos alumnos opinan que no tuvieron que esforzarse demasiado o trabajar más que en el curso anterior a ser acelerados (respuesta 1 ó 2) y el 33% contestan que su esfuerzo no fue excesivo (respuesta 3). Esto nos indica que, a menudo, el acelerar un curso a un alumno con altas capacidades (superdotado o talento académico) puede quedarse incluso corto, pues la mayoría no necesitaron esforzarse más que antes para conseguir sus retos académicos. Es decir, teniendo en cuenta las respuestas a las dos primeras preguntas, también podríamos decir que su alta capacidad les permite alcanzar los objetivos curriculares de un curso superior sin esforzarse más que antes de ser acelerados. Por ello, creemos que es muy importante llevar a cabo una revisión de los resultados de la aceleración cada trimestre, para comprobar si el alumno necesitará, además, algún tipo de enriquecimiento curricular (ACI, ampliación, etc.) a fin de conseguir el objetivo de motivación hacia el aprendizaje escolar, pues recordemos que estos alumnos necesitan retos intelectuales constantes para no desmotivarse y, además, deben aprender a esforzarse.

PREGUNTA 6: ¿Estás más contento que antes de ser acelerado?

VALOR MEDIO DE LAS RESPUESTAS: 4,33

Siempre es importante conocer el grado de satisfacción personal al realizar una medida de intervención educativa y es evidente, según nuestro estudio, que la gran mayoría de alumnos acelerados (83%) se siente más a gusto o más contento que antes de ser acelerados y que valoran la medida de forma muy positiva.

PREGUNTA 10: ¿Te sentiste cómodo con tus nuevos compañeros de clase al ser acelerado?

VALOR MEDIO DE LAS RESPUESTAS: 3,88

Existe la creencia popular o estereotipo de que los alumnos del curso al cual van a parar los niños acelerados se «meterán» con ellos o les harán la vida imposible, pero estos resultados nos indican que, en general, ¡esto no es así, sino más bien al contrario! La mayoría (70 + 15% = 85%) de ellos se sintió bien acogido o sin problemas por los nuevos compañeros y sólo el 15% se sintió algo incómodo, coincidiendo este porcentaje con el encontrado en todos los estudios internacionales realizados al respecto (Colangelo, Assouline, y Gross, 2004).

PREGUNTA 11: ¿Te sentiste bien acogido por tus nuevos profesores?

VALOR MEDIO DE LAS RESPUESTAS: 4,4

Parece evidente que la gran mayoría se sintieron bastante o muy bien acogidos por sus nuevos profesores (80 + 15% = 95%), y sólo el 5% (2 alumnos, de los 40 de la muestra) percibió algún rechazo o no se sintió apoyado por ellos.

aumnos-proporcion-respuestas

RESULTADOS DEL CUESTIONARIO DE PROFESORES

PREGUNTA 1. En relación con los estudios, ¿cuál es el grado de satisfacción que crees que ha tenido tu alumno durante el curso pasado (o el primero en que fue acelerado)?

VALOR MEDIO DE LAS RESPUESTAS: 3,69

El 86% de los profesores (69 + 17%, ver el gráfico para Tutores que figura más abajo) opina que la aceleración fue satisfactoria para sus alumnos acelerados. Tan sólo 3 de los 29 profesores que respondieron creen que esta medida educativa no fue adecuada para sus alumnos.

PREGUNTA 3. ¿Crees que los objetivos curriculares del curso pasado (o el primero en que fue acelerado) eran adecuados para el alumno?

VALOR MEDIO DE LAS RESPUESTAS: 4,21

El 93% de alumnos acelerados (86 + 7%) tuvieron unos objetivos curriculares adecuados a su nivel, según sus profesores. De los 3 únicos alumnos de los que se opina que no tuvieron un currículum adecuado, 2 fue porque se les quedaba «corto», es decir, ¡hubieran necesitado un nivel aún más elevado!

PREGUNTA 4. ¿Crees que el alumno tuvo que esforzarse para conseguir los objetivos curriculares?

VALOR MEDIO DE LAS RESPUESTAS: 3,03

El 69% de los profesores (28 + 41%) opinan que sus alumnos acelerados tuvieron que esforzarse normal o bastante para conseguir los objetivos del curso, pero el 31% opina que esta medida de la aceleración todavía se quedaba «corta», pues sus alumnos no necesitaron esforzarse a fin de conseguir alcanzar los objetivos curriculares del curso. Esto, de nuevo, vuelve a corroborar los hallazgos encontrados en las preguntas 3 y 12 del cuestionario para los alumnos, en que nos percatábamos de la necesidad de hacer un seguimiento trimestral de los alumnos acelerados a fin de comprobar si precisaban de alguna otra medida de enriquecimiento curricular, pues casi un tercio de estos alumnos van a necesitar de ella.

PREGUNTA 7. En cuanto a las relaciones con los maestros, ¿crees que le fue fácil adaptarse a ellos/as?

VALOR MEDIO DE LAS RESPUESTAS: 3,61

El 85% de alumnos acelerados (64 + 21%) no tuvo problemas para relacionarse con sus nuevos profesores, según la opinión de estos. Desde este punto de vista, sólo 2 de los 29 tutores consideran que sus alumnos tuvieron grandes dificultades para adaptarse a sus nuevos profesores, y otros 2 valoran que tuvieron alguna dificultad. Si comparamos estas respuestas con las dadas por los alumnos en la pregunta 11 (¿Te sentiste bien acogido por tus nuevos profesores?) observaremos que a los profesores les cuesta un poco más adaptarse a sus alumnos que al revés, aunque la proporción de estos profesores es baja (14%) y, en general, la relación es positiva o muy positiva.

PREGUNTA 10. ¿Crees que los profesores, en general, han sabido atender las necesidades educativas especiales de este alumno?

VALOR MEDIO DE LAS RESPUESTAS: 3,79

El 86% de los profesores (76 + 10%) opina que sí han sabido atender a las necesidades educativas especiales que tienen estos alumnos, mientras que un 14% cree que no han sabido lo suficiente. Por ello, nunca dejamos de recalcar lo importante que es que los profesores tengan formación en la atención a los alumnos con AC.

tutores-proporciones

COMENTARIOS SUBJETIVOS DE ALUMNOS Y TUTORES SOBRE LA ACELERACIÓN

Alumnos:

«Me sentí más cómoda y no me sentía tan extraña dentro de la clase. Esto me ayudó a poder abrirme más y ser más sociable. Aunque, ahora, siempre me quedará el título de «pequeña de la clase».

«Cosas buenas: trabajaba más, no me aburría tanto en las clases, estudiaba más porque era necesario. Cosas malas: me costó mucho adaptarme a algunos nuevos compañeros de clase, pero finalmente conseguí hacer amigos».

«Es el primer año que voy un curso acelerada y encuentro que me ha ido muy bien comparado con lo que esperaba que pasara. Al principio los niños (y niñas) no paraban de hacerme preguntas como: ¿Por qué te han pasado de curso? Estaba un poco molesta, pero al final la gente me fue dejando tranquila y ahora ¡tengo muchos amigos tanto de quinto como de sexto!».

Profesores:

«X es una niña que se ha integrado muy bien en este curso de aceleración. Con el tema relaciones con los iguales ha costado un poco, ya que hubo envidias y comentarios de que era más pequeña por parte de otros compañeros. Con el trabajo en el aula, en casa y con su propia personalidad, se ha integrado de forma completa al grupo. A día de hoy, tiene muchos amigos y amigas. En cuanto a nivel académico, sigue muy bien el ritmo de la clase y está obteniendo muy buenos resultados académicos. Desde la escuela, media hora a la semana la destinamos a trabajar con ella conceptos que se puedan ampliar, organización, dar herramientas para gestionar sus problemas, etc. Así, sólo queda decir que la aceleración de X ha sido muy positiva y satisfactoria».

Vemos que en este comentario se valora muy positivamente la aceleración, y además desde el trabajo y la dedicación, y eso nos ha atraído de este caso como ejemplo ilustrativo de opinión.

CONCLUSIONES

Estos resultados nos indican de un modo muy claro y evidente que los alumnos con AC a los que se les aplica una aceleración (perfiles de superdotación o talento académico) se sienten mejor, aprenden más que antes, hacen nuevos amigos y se motivan más para continuar estudiando. A pesar de eso, aún hay un 37% que parece no sentir que tengan que trabajar más que antes de ser acelerados. Por tanto, para estos alumnos, la aceleración todavía no fue suficiente, lo que refuerza lo dicho anteriormente sobre que es preciso llevar a cabo un seguimiento trimestral de los alumnos acelerados a fin de acreditar si precisan algún otro tipo de intervención educativa (enriquecimiento curricular) para evitar la desmotivación que suele aparecer en estos alumnos cuando no reciben retos intelectuales.

Además, parece que estos resultados también nos sirven para deshacer viejos tópicos que existen sobre supuestos inconvenientes de acelerar a un alumno con AC que lo necesita ─especialmente, superdotados y talentos académicos─, como, por ejemplo, que tendrán dificultades de relación con sus nuevos compañeros o que emocionalmente no están preparados para afrontar este reto.

Tras este estudio, hemos llegado a las siguientes conclusiones:

  1. Que la aceleración es una medida buena o muy buena para los alumnos con AC (superdotados y talentos académicos), percibiendo esta intervención curricular de manera muy positiva tanto alumnos como profesores y acogiéndola con alto grado de satisfacción.

  2. Que, a pesar de ser una intervención positiva, efectiva y que les ayuda a estar más motivados, todavía existe un porcentaje de alumnos (entre el 31 y el 37%, según los cuestionarios de tutores y alumnos respectivamente) que precisarán de algún otro tipo de medida educativa, pues no es suficiente con la aceleración para conseguir los retos intelectuales que precisan a fin de no sentirse desmotivados, y el esfuerzo que hacen creen que todavía es poco. Se requiere de un seguimiento posterior y la aplicación de otras medidas de atención a la diversidad para todos los alumnos acelerados. Aunque sólo este porcentaje de la muestra del estudio evidencie explícitamente la necesidad de cuidados complementarios posteriores, no dudamos que son adecuados tanto hacer un seguimiento extra, como añadir posibles enriquecimientos curriculares. Es decir, entendemos la aceleración como una de las diversas formas, complementarias con otras, de atender a los alumnos con altas capacidades.

  3. Que la mayoría de alumnos acelerados opinan que, al pasar de curso, éste fue más interesante y aprovecharon más el tiempo que si hubieran continuado en el curso que les correspondía por su edad cronológica.

  4. Que la gran mayoría de alumnos acelerados (85%) no tuvo problemas significativos para hacer nuevos amigos o sentirse cómodo en la nueva clase, por lo que se desmonta el estereotipo de que estos niños/as tendrán problemas para socializarse.

  5. Que estos alumnos no tienen dificultades, en general, para adaptarse a sus nuevos profesores, aunque parece ser que éstos tienen algunos prejuicios o inseguridades cuando tienen que afrontar la tutoría de un alumno acelerado. En general, se percibe que los alumnos aceptan y valoran más que los profesores la medida educativa de la aceleración de curso, aunque el porcentaje de profesores de la muestra que no valora tan positivamente esta medida es sólo del 14%. Así y todo, es evidente que se requiere que en las facultades se instruya sobre el ámbito de las altas capacidades y las medidas de intervención educativa que necesita, ya que de ellas saldrán los futuros profesionales que atenderán a los niños y adolescentes en edad escolar.

Por tanto, creemos que el mensaje que hay que hacer llegar a la sociedad en general, a los profesores, a los padres y a los propios alumnos con AC, es que no deben tener miedo para aplicar esta medida. Las conclusiones son claras: Nos estamos olvidando de aplicar una de las opciones más positivas y eficientes que tenemos para trabajar con niños con altas capacidades intelectuales: la aceleración. Por lo tanto, para evitar este «desperdicio» de nuestros niños bien dotados, es imprescindible conocer la investigación, considerar qué tipo de intervención aplicar, reevaluar las actitudes personales y las políticas de escuelas y universidades, informar a los padres de estudiantes con altas capacidades y, sobre todo, tomar decisiones de manera objetiva y no dejándonos llevar por falsos mitos.


BIBLIOGRAFIA

Colangelo, N, Assouline, S. y Gross, M. (2004). Informe nacional Templeton sobre aceleración. Estados Unidos: Universidad de Iowa.

2 comentarios en “Un estudio sobre la aceleración de curso

  1. Hola Paz. Bueno, una situación no excluye la otra. Un alumno puede necesitar medidas educativas encaminadas a desarrollar una capacidad y un interés por los aprendizajes académicos que es superior al reto ordinario (alta capacidad) y, a la vez, tener un trastorno englobado en los TEA y necesitar también una intervención al respecto. Es una de las posibilidades de Doble Excepcionalidad. Insisto: no se trata de AC o TEA, pueden coexistir; de hecho, más de lo que se piensa.

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